Aramidas (I).

A menudo, a algunas edades, se le suele dar el nombre del material más innovador que poseyeron, como las edades de los metales. Sin embargo, en el siglo XX no hay unanimidad, muchos materiales importantes han sido descubiertos y mejorados, entre ellos los semiconductores y los plásticos. Si ampliamos de plásticos a polímeros, y nos centramos en las fibras que se pueden obtener de ellos, nos encontramos con un importante grupo, las aramidas.



Aramida es una abreviatura de Poliamida aromática. Las poliamidas son polímeros que poseen el grupo amida (R-C=O más un átomo de N) como lo son el nailon (que no es una aramida) o las proteinas, y para ser aromáticos deben contener hidrocarburos de este tipo, es decir, unos que cumplen la ley de Hückel. Erich Hückel fue un físico químico alemán que, aparte de otros grandes avances, exploró sobre las moléculas planas, cíclicas y con enlaces alternados. Se dio cuenta que el número los electrones deslocalizados de estas moléculas era muy importante, dividiéndolas en aromáticas (4n+2) que eran más estables, antiaromáticas (4n), y no aromáticas. El más popular de los hidrocarburos aromáticos es el benceno (C6H6).


En las moléculas de benceno, según en qué enlace relativo estén dispuestas las cadenas, se separan en Ortho (1,2), Meta (1,3) y Para (1,4). En las aramidas, aunque hay varios grupos, los dos más importantes son las para-aramidas (kevlar, twaron) y las meta-aramidas (nomex, con bastante producción en Asturias). Lo más sorprendente de las aramidas en general es su gran resistencia a golpes, abrasión (rozamiento o erosión con otro material), combustión a muy altas temperaturas, disolventes orgánicos, por lo que son perfectas para condiciones extremas, y algunas se han hecho un hueco en nuestra cultura popular. Las podemos encontrar en la industria aeronáutica, aeroespacial, naval, ejército, automóviles, incluso en los deportes de alto nivel. Además son ligeras, aunque no muy económicas, y son sensibles a la radiación ultravioleta.


Una de las empresas más importantes por su contribución a este tipo de fibras es la química estadounidense DuPont, que ha descubierto joyas como el neopreno, el nailon, el pexiglas, el teflón, la licra, el nomex o el kevlar. Por lo visto, actualmente también está inversa en temas sobre biomateriales, por contra, tiene el nefasto primer puesto como empresa más contaminante de los Estados Unidos.

En kevlar en particular es muy resistente, por lo que a veces hay que recurrir al láser para cortarlo, y lo podemos encontrar por ejemplo en chalecos antibalas. Empezado a producirse en los setenta, tiene varios tipos, aunque dos son los más importantes, el 29 y 49, estando el segundo tratado con una resina que lo hace un material compuesto, encontrándolo por ejemplo en cables muy resistentes. Estas extremas propiedades posibilitan, por ejemplo, que un piloto de fórmula uno pueda salir ileso de un accidente del que sin casco podría literalmente hacerse una papilla.

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